No Todo es New Age
¿Qué es el Movimiento New Age y por qué es importante diferenciarlo del crecimiento personal y energético consciente?
Últimamente he observado con atención cómo algunas personas, desde el prejuicio o la desinformación, desacreditan prácticas energéticas o espirituales, llamándolas “new age” con un tono peyorativo. Incluso, antiguos miembros de proyectos donde se compartía una visión de sanación y conciencia, han llegado a emitir mensajes públicos deslegitimando el uso de herramientas como los cuarzos, el tarot, la manifestación positiva o la sonoterapia.
Como terapeuta integral y coach holística, considero importante aclarar y diferenciar conceptos, no sólo por una cuestión de rigor, sino también por respeto a quienes estamos comprometidos con un acompañamiento consciente y profundo.
¿Qué fue el movimiento New Age?
El movimiento New Age fue una corriente espiritual y cultural que emergió con fuerza en los años 70 y 80, caracterizada por una mezcla ecléctica de creencias orientales, esoterismo occidental, canalizaciones, ideas de ascensión y un fuerte énfasis en la llegada de una nueva era de iluminación espiritual.
Sin embargo, esta corriente también cayó en distorsiones como:
La externalización del poder personal (depositarlo en guías, entidades o salvadores).
La evasión de las emociones humanas bajo la excusa de la “positividad”.
La creación de entornos sectarios o elitistas.
¿Qué NO es new age?
No todo lo espiritual, energético o alternativo es new age. El uso consciente y responsable de herramientas como el tarot evolutivo, la terapia con cuarzos o el trabajo con el sonido no busca crear dependencia ni fomentar ilusiones mágicas, sino invitar a las personas a reconectar con su intuición, su soberanía interna y su verdadera espiritualidad, que no depende de creencias, dogmas o gurús.
Desde mi práctica, el propósito es otro.
Acompaño procesos desde un lugar de respeto, escucha profunda y co-creación. No entrego recetas milagrosas ni promesas vacías. Uso herramientas como el tarot Evolutivo, el sonido, los elementos o los cristales como lo que son: puentes simbólicos para acceder al inconsciente, armonizar la energía y facilitar la introspección. No son objetos de culto ni de poder. El poder reside en cada persona.
La desinformación daña y retrasa procesos.
Cuando alguien ridiculiza o desacredita desde la ignorancia o la herida, en realidad está hablando más de sí mismo que de la práctica que ataca. Pero también es nuestra responsabilidad educativa aclarar y seguir trabajando con ética para que más personas puedan acercarse a su espiritualidad de manera libre, informada y amorosa.
La verdadera espiritualidad no impone, no divide, no compite. Une, libera y fortalece.
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