Todos estamos conectados
En muchas ocasiones tenemos la oportunidad de compartir y generar importantes lazos afectivos, en otras ocasiones aunque tenemos la oportunidad de compartir no se genera absolutamente nada y es tan doloroso como la muerte.
Cómo la muerte misma el vacío de entregar a otro tu preocupación y entrega, tu cariño incondicional y no recibir absolutamente nada a cambio, no las gracias, no un NO, indiferencia idéntica a la muerte.
Cambié mi filosofía de vida a una en la que entrego y me preocupo por los demás casi como un fantasma que busca no ser percibido para que todo siga normal en la vida de otros sin notar mi presencia pero deseando el bienestar. Y sólo ayudo con mis terapias y bajo ese contexto ayudo porque me gusta ayudar.
Qué gran alegría es la de escuchar, la de comprender y aceptar a otro tal como es. Sabiendo primero que me acepto yo primero, me sostengo yo primero y por eso puedo.
Hoy supe que falleció la joven hija de mis vecinos que son mayores, su hija hizo todo para ellos, su casa, su bienestar en vida. Acaso ya sabía que debería irse? Pues así fue y de un momento a otro ella físicamente no está. Pero se siente todo su amor y que todos sus sueños se hicieron realidad cada vez que hizo por ella y su familia cosas increíbles. Sin embargo yo nunca quise tener lazos de amistad con ella, no quise apegarme a ella de ningún modo y pensé o sentí que la cercanía con ella me traería algún tipo de sensación como la que me dejaron mis anteriores vecinos de Santiago, una sensación equivalente a la nada.
Tengo un lazo afectivo con sus padres y no con ella por ende comprendo lo que me intuición intentaba decirme.
De todos modos las personas te pueden dejar ese gran vacío pero tú no te prives de entregar afecto y respeto digno de entregar al buen vecino. Todos estamos conectados, todos somos siempre vecinos. Entre seres humanos es así, no te prives de entregar afecto y recuerda que la muerte es esa realidad incómoda que siempre está presente en cada uno de nosotros y al mismo tiempo el amor compensa y da su lugar, su orden a Todo.
Las espectativas hacia los demás pueden ser nulas y el desapego siempre será necesario para convivir en paz, sin embargo el sentido de pertenencia es más fuerte que todo cuando está presente.
