Humana

Me veo a mi misma en un pasado intentando agradar, intentando agradarme a mi misma, sintiéndome dueña de mí, en sintonía con quién siempre quise ser y no tuve oportunidad pero también era una falsa yo, un enamoramiento fugaz de mí, como si fuera posible. Ahora que me veo ridícula entiendo que no he sabido amarme de verdad, ahora que acepto el amor, que valoro el amor que recibo, sé qué solo sé entregarlo, sé enaltecer a otros, se ponerles en tronos inalcanzables y no sé reconocerme a mí como la hacedora de tales magias, se hacer sentir especiales a las personas que conozco porque sé que nada es casualidad y todos tenemos Luz y somos esencia.

Pero no sé ver mi propia Luz cuando realizo tal visión, debería poder.

Han confundido mi espejo, han saqueado mi tesoro, han destruido mi fé, una y otra vez he sido un Fénix con cada persona en la que he intentado ser yo misma, me devuelven el espejo de mis miserias cuando sólo quise acercarme. 

Podría encontrar o buscar miles de respuestas hecharme la culpa o hecharsela a ellos y no alcanzaría un mar porque al parecer existen mil y un formas de interpretación para cada palabra basta con tener o estar en diferentes momentos, procesos, conciencia, tiempos, de la vida para incluirselos a la mezcla y darán como resultado una creación que quizás pueda pertener más al pensamiento y dentro de este con sus condicionantes la ordinaria o popular será la más cómoda de las ecuaciones y Descartes se hará presente como un efecto inequívoco.

Por qué sucede esto? Tener que barrer un montón de estiércol. 

Durante años en mi infancia veía situaciones inverosímiles en dónde yo solo observaba a personas haciendo el ridículo y que parecían divertirse al mismo tiempo que me decían con gestos o miradas Tú no puedes entrar. Imagino que se sintieron observadas nada más pero me acostumbré a no poder pasar, a ser como "No humana" pues en todas situaciones de pequeña era una visitante que no pertenecía a esos ambientes. Nunca comprendí de qué se trataba no ser incluida y con el tiempo me acostumbré. 

Ya no lo entendí y creo que llegaré así hasta el final de mis días. Por eso valoré tanto el lugar religioso a dónde pertecí, cuando ví que era una más de esas ventas en dónde la finalidad es que creas algo caí en un laberinto de incomprensiones y una vez más me llené de culpa porque se acabó y era lo que más amaba estar allí. 

Comprendí también era algo externo y también me dejé de lado, no me amé y cuando quise buscarme nuevamente me encontré por la superficie para desepcionarme de mí y no amarme. Cómo un rebote de cuando crees que nadie te ama.

En verdad creo que el problema es que a todos nos debe pasar lo mismo.

A esto llegué a una respuesta neutra en dónde no hay culpables. Hay amor sólo para la familia y hay cautela con los demás.

Quiero saber en dónde está mi queja ahora qué pretexto tengo para no perderme de vista, para no quererme y dejar que gane la voz que me dice que no soy digna, que no soy suficiente. Ninguno, antes no lo sabía, antes solo caía una y otra vez, ahora al menos puedo elegir, soy dueña de mis desiciones.

Entonces puedo decir que responsablemente trato de no ser egoísta, amarme y ser feliz porque mis captores ya no pueden estar, atraparme y herirme. Yo me amo y soy humana.