Distracciones
No todos podemos, solo algunos podemos entrar naturalmente en un estado despierto de paz y espiritualidad, un estado de respiración aguda como después del llanto, de descanso intenso, como el estado anterior a quedarse dormido, si estuvieramos todo el día en la Montaña y nos dejáramos llevar por los sonidos que en ella habitan, nuestros sentidos estarían siempre abiertos.
Se ha creado una cultura de distracción, una cultura de embelezamiento, de lo visualmente valioso, primitivos hemos colocado en un ámbito superior lo que brilla y promueve brillo, cuando es el brillo interior el que coloca un valor a lo que traemos con nosotros. Como una escena de fotografía fashion en la que la modelo luce sucia y con cara de enferma una glamurosa ropa que la protege apenas del frío, o al contrario una foto de un rostro que viste ropa urbana y reluce en medio del apretado espacio del interior del subway. Así nos hemos transformado en un plasma LCD, en un AUDI último modelo, en el confort y seguridad que nos brindan las cosas.
Por qué damos preferencia a esto?, el fruto del trabajo es algo que nos debemos colocar literalmente encima?, como un trofeo al esfuerzo?, somos tan esclavos aún del tesoro en el que se clave nuestra visión, cuando comprenderé que no debo seguir una carrera inalcanzable hacia cosas?, cosas que no me llevaré cuando parta de esta realidad.
A menudo pienso, si no estuviera tan distraída me quearía con lo que tengo, con lo que es mío y que me acompaña cuando estoy sola, mi naturaleza original, mis ojos verdaderos, me imagino felíz viviendo rodeada de árboles, de río y tierra, siendo al mismo tiempo que los giros del Planeta, mirando con corazón a las estrellas.
Soñé que vivía en una casa de hacienda, que hombres de la casa protegían de algo que asechaba en el bosque, les veía entrar y salir, yo solo alcé la mirada y traté de mirar, vi algo parecido a un caballo con alas que se posó y con las alas abiertas mi miró como un flash en sus ojos, cuando lo ví caí al piso y vi mi alma salir de mi cuerpo como en una película, vi a mis seres queridos mirarme con horror, pero el viaje comenzaba, no había retorno, una suave música angelical me rodeaba y todo era gozo como flotar en mil alas de mariposa.
No le temo a la muerte, después de un sueño tan hermoso, no quisiera que me dijeran que el tiempo se acabó porque tengo mucho que ordenar, limpiar, hacer, desempolvar para que brille como un recien nacido.
